La Policía ha cotejado el ADN de los restos encontrados con el de la familia de la mujer, que desapareció en abril mientras hacía el Camino de Santiago.
Los investigadores encontraron el cuerpo de la víctima en una finca de Castrillo de los Polvazares (León) después de la detención de su asesino confeso, Miguel Ángel M.B..
El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha dicho tras comparecer en la Comisión de Presupuestos del Senado que se trata de un buen trabajo de la Policía Científica, que ha permitido tener la absoluta certeza de que los restos hallados corresponden a la peregrina.
Mientras, se siguen buscando las manos de la víctima que, según la propia declaración del sospechoso, cortó y enterró a 400 metros de la finca.
De momento, no se han encontrado y de esa parte del cuerpo sólo se halló, en la primera reconstrucción de los hechos, un hueso de la muñeca.
No se descarta la posibilidad de que animales que frecuentan esa zona, como jabalíes, hayan podido desenterrar esos restos.
En cualquier caso, según Cosidó, la Policía Científica sigue analizando todos los elementos y pruebas que se han obtenido en los registros de la finca y la casa del detenido.
Asimismo, la Policía Judicial, bajo la autoridad del juez, sigue llevando a cabo todos los trabajos necesarios para tener las mayores evidencias "y saber exactamente qué ocurrió y poder exigir las responsabilidades penales que este caso merece", ha añadido.
La búsqueda de las manos sigue activa, así como la de todos los restos y cualquier otro vestigio que pueda ser útil a la policía para la completa clarificación de caso, ha subrayado Cosidó.
El director general de la Policía ha querido tener un reconocimiento público a la familia de Denise Pikka Thiem, "que ha estado constantemente informada" a través de la embajada en los Estados Unidos y del FBI y que ha mantenido una actitud de respeto al trabajo de la Policía y una "entereza y fortaleza encomiables".
Según Cosidó, la familia de la víctima ha mostrado a la Policía española su reconocimiento al esfuerzo para poder detener al principal sospechoso.