Alonso ha hecho estas declaraciones en Valencia, donde ha acudido a la firma de un convenio con la Universitat de València para la colaboración con el Centro Nacional de Dosimetría.
El brote de gastroenteritis que se detectó la semana pasada en Barcelona y Tarragona por el mal estado del agua embotellada en garrafas o bidones distribuida en 925 empresas afecta ya a 3.166 personas, si bien tan sólo una ha tenido que ser hospitalizada y ya ha recibido el alta.
Preguntado al respecto, Alonso ha insistido en que el Ministerio "ha llevado un seguimiento atento de lo que ocurrió" en colaboración "fluida" con la Generalitat de Cataluña.
El ministro ha destacado el hecho de que la empresa "retirase los envases sospechosos de haber causado esta intoxicación".
"Cuando se haga una investigación que se depuren las responsabilidades pertinentes. Ahora mismo lo más importante es la evolución favorable de los afectados. La empresa ha de investigar y nosotros también, en colaboración desde el primer minuto con la Generalitat", ha agregado Alonso.
Pese a que aún se desconoce el origen del brote, la Generalitat de Cataluña trata de confirmar que el problema podría estar en el proceso de envasado del agua, que se lleva a cabo en una planta de Andorra.
La empresa Eden Springs España, que fue la que distribuyó el agua, retiró la semana pasada de forma preventiva más de 6.000 garrafas de 19 litros de agua de la marca Font d'Arinsal en las provincias de Barcelona y Tarragona.
Los resultados de los cultivos realizados a distintos afectados apuntan que se trata de un norovirus, un microorganismo causante de la mitad de casos de gastroenteritis, han informado a EFE fuentes del departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña.