Frente al ministerio de educación en la calle el Cojo Manteca, en los despachos las difíciles negociaciones con el sindicato de estudiantes, Rubalcaba fue el verdadero cerebro en la sombra de esta ley, que acabó con la EGB y el COU para dar pasa a la estructura educativa que conocemos hoy en día. En 1992 un año antes de las elecciones y con las olimpiadas de Barcelona, el profesor de química y ex atleta pasaba a ser ministro de educación.
Le gustaba el deporte al ministro de hecho la primera vez que se escuchó en público su nombre fue en 1975 cuando fue subcampeón de los 100 metro lisos. Pero sobre todo le gustaba la educación, su paso fue breve pero le dejó poso, y ejerciendo como profesor de química en la Complutense, unía ciencia y política para explicar errores.
Alfredo Pérez Rubalcaba creía en la Educación como el mejor método para modernizar y desarrollar un país.