La secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, ha denunciado este viernes que el Ministerio de Igualdad "sufre violencia política simbólica" igual que otras mujeres que están en los "ámbitos públicos" y, en particular Irene Montero.
"Hay una violencia política muy dura en los últimos años. Creo que merece la pena que sea nombrada, en primer lugar, porque este Ministerio sufre esta violencia de manera simbólica como la sufren otras tantas mujeres que están en los ámbitos públicos como son las comunicadoras, las periodistas, las autoridades, activistas, feministas y tantas otras mujeres que, a día de hoy, sufren esta violencia y tienen muy difícil defender públicamente los derechos de las mujeres, pero creo que particularmente es el caso del Ministerio y, por supuesto, Irene Montero, un caso que merece ser analizado", ha denunciado.
Rodríguez Pam ha explicado que en ocasiones se confunde la violencia política con el insulto simple en redes sociales y ha asegurado que las representantes del Ministerio de Igualdad han recibido "millones" solo por el hecho de estar en la vida pública.
También se ha referido a amenazas de violación o de muerte que se dicen "como si nada": "Es fuerte que una ministra o que un activista pueda recibir una amenaza de ser violada por seguir defendiendo la ley y los derechos de las mujeres para evitar que otras mujeres sean violadas".
La secretaria de Estado de Igualdad ha protagonizado este viernes un acto junto a la ministra, Irene Montero, en el marco del seminario 'Violencia política por razón de género: avances y desafíos en Iberoamérica'.
"A las víctimas de violencia política se les exige ser santas y perfectas en todo lo que hacen. Cuando ya las feministas sabemos desde mucho que las mujeres podemos ser víctimas de cualquier forma de violencia contra las mujeres sin necesidad de ser seres de luz por ello", ha lamentado Montero.
La ministra también ha sido muy crítica con las palabras de Núñez Feijóo hace unos días en las que hablaba de la condena por violencia de género de un candidato de Vox en la Comunidad Valenciana señalando que la agresión verbal por la que había sido condenado se produjo en el contexto de un divorcio duro.
"Hace más normal que se produzca violencia de género. Es una banalización, en el mejor de los casos, y una justificación, en el peor de los casos de la violencia contra las mujeres, que no hay divorcio duro que las justifique o las soporte", ha defendido Montero.