Carlos Alsina señala en su monólogo que "el gobierno insiste en que se han tomado las medidas necesarias para que la visita de los Reyes y la princesa discurriera con normalidad" pero "bien sabe el ministro Marlaska que esta forma de viajar, ocultando la agenda y los horarios y alojando a la familia real en un hotel, tiene poco de normal y mucho de anomalía que no se produce en ningún otro territorio de España".
Y apunta Alsina "la primera de las anomalías es que la Fundación que lleva el nombre de Girona haya dado por perdida ya Girona", al no poder celebrarse allí la ceremonia de entrega de los galardones. "La segunda", continúa, "que uno de los galardonados pueda lucir un lazo amarillo en la solapa (con lo que el lazo amarillo significa: acusar al Estado español de tener presos políticos) sin que nadie diga una palabra para refutar semejante acusación. Mientras en la calle vocean los pegafuegos, montapollos y rompecosas.
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