El PP intensifica su cruzada contra la amnistía y este marte ha conseguido aprobar en el Senado la reforma del Reglamento de la Cámara Alta que permitirá ralentizar la tramitación de la ley.
El pleno del Senado ha aprobado la reforma reglamentaria con los votos de la mayoría absoluta del PP, el apoyo de los senadores de Vox y UPN y entre quejas de la izquierda, que considera el cambio reglamentario inconstitucional.
En qué consiste la reforma
Con la modificación del artículo 133 del Reglamento, el Senado puede decidir si las proposiciones de ley que lleguen del Congreso se tramitan o no por la vía de urgencia (en un plazo de 20 días) o de forma ordinaria ( en un plazo máximo de dos meses).
Con este cambio, el PP, en su intento por bloquear la ley de amnistía, podrá dilatar su tramitación, aunque es lo máximo que puede conseguir.
El PSOE recurrirá la reforma
Por su parte, el PSOE recurrirá la modificación reglamentaria ante el Constitucional (TC) y otros grupos de izquierda también han denunciado que el PP, que se declara constitucionalista, se está saltando la carta magna para dilatar la aprobación de la ley de amnistía pactada entre el PSOE, Junts y ERC.
Sostienen que la reforma del Reglamento contraviene el artículo 90 de la Constitución, que fija en 20 días el plazo del Senado para vetar o enmendar un proyecto de ley declarado urgente por el Gobierno o por el Congreso, y la interpretación del TC sobre que esta regla se aplica también a las proposiciones de ley.
El PP rechaza estas acusaciones. Su senador Eloy Suárez ha defendido que la reforma tiene el visto bueno de los servicios jurídicos de la Cámara Alta.
Los populares defienden una tramitación ordinaria y no urgente de la ley de amnistía y acusa a la izquierda de pretender evitar que acudan al Senado los jueces y expertos para que "no se conforme una opinión jurídica" que "les diga que es una aberración".
La amnistía es, para el PP, un "atropello" y un "engaño" para estar cuatro años más en la Moncloa y se opondrá a ella con todos sus recursos. También han expresado su rechazo a un posible referéndum de autodeterminación en Cataluña.
Los grupos de la izquierda y los socios de Sánchez, en minoría en el Senado y con mayoría en el Congreso, han acusado al PP de ejercer "autoritarismo" y "filibusterismo" en la Cámara Alta y de practicar la devolución del "golpe por golpe" que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, prometió contra la ley de amnistía.
Han coincidido además en criticar la tramitación exprés de esta reforma del Reglamento y reprochar que "la derecha y la ultraderecha" promuevan protestas en las calles en las que se han vivido escenas de violencia.
El PNV ha denunciado que el PP emplea el Senado como una trinchera y le ha advertido: "Las trincheras sirven para parapetarse pero también impiden avanzar".
PP y Vox evidencian sus diferencias
El debate en el Senado también ha permitido evidenciar las diferencias entre las estrategias de Vox y PP frente a la amnistía.
El PP ha rechazado las enmiendas en la que el partido de Santiago Abascal proponía que el letrado del Senado juzgue la legalidad de leyes que vienen del Congreso o que la Cámara Alta pueda suspender la tramitación si las proposiciones no incluyen informes, hasta recibirlos.
Admite además que es "apetecible" bloquear la ley, como propone Vox, pero cree que "chocaría con la Constitución" y defiende que no pueden dar "ningún argumento de inconstitucionalidad a quienes lo están esperando".