Antes de participar en la 'cumbre' a favor del referéndum en el Parlament catalán, Mas se ha referido así a la notificación de la fecha de su juicio y de las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau, que se sentarán en el banquillo de los acusados del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) del 6 al 10 de febrero próximos por desobedecer al Tribunal Constitucional (TC) al mantener la consulta independentista del 9N.
"Hace pocas horas hemos recibido una felicitación de Navidad especial", ha ironizado el líder del PDeCat, quien ha subrayado que el "gran, gran, gran delito" que han cometido es "haber escuchado a la gente, haber puesto las urnas y que la gente pudiera votar".
El expresidente catalán ha recalcado que "la independencia y el Estado catalán no es un crimen, sino una idea y un objetivo político", por lo que el juicio es una "aberración" que muestra, a su juicio, un "deterioro de la democracia en España, que va para atrás".
"Dice muy poco del talante democrático del Estado español e incluso debe avergonzar a algunos que lo están promoviendo", ha aventurado.
Mas ha incidido que en el Estado, cuando alguien provoca "un desafío, parece que lo tiene que pagar", en lugar de obrar por "la vía del diálogo y la negociación política en mayúscula", algo para lo que "el Estado parece que no está suficientemente maduro ni preparado", ha añadido.
El expresidente ha reiterado que acudirá al juicio con la "cara alta" y "sin avergonzarse de nada", puesto que ha asegurado que volvería a hacer el 9N.
Mas ha señalado que "la cara positiva" de la jornada es que se celebre la cumbre de hoy, que reúne, en su opinión, un "amplio espectro" de la sociedad catalana.