De los tres detenidos, el que más tiempo llevaba en España era el mayor, quien padece una minusvalía y no trabajaba, con lo que, según las fuentes, pasaba buena parte del día en internet y redes sociales.
Los otros dos hermanos tenían trabajos esporádicos, sobre todo en la agricultura, y ninguno de los tres estaba integrado en la comunidad, aunque el menor sí vestía con estilo occidental.
Los arrestos se han realizado en el marco de una operación dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número 1 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional y en la investigación -que comenzó hace dos años- ha colaborado el Centro Nacional de Inteligencia.
Se les acusa de delitos de enaltecimiento, difusión y distribución de material yihadista y de delitos de captación y adoctrinamiento con fines terroristas.
Los hermanos eran "consumidores masivos" de material yihadista y entre los archivos que difundían se ha hallado abundante material de propaganda a favor de la organización terrorista DAESH, los talibanes y otros grupos pakistaníes en los que justifican las ejecuciones realizadas así como vídeos con alabanzas a las figuras del martirio, llamadas a la aplicación estricta de la "sharia" y comentarios en contra de la comunidad chií.
Los detenidos gestionaban diferentes cuentas en varias redes sociales y plataformas digitales a través de las que realizaban una intensa labor de difusión de propaganda yihadista, llegando incluso a justificar y ensalzar actividades concretas de varios grupos terroristas.
Fuentes de la investigación han precisado que tenían entre doscientos y trescientos seguidores cada uno.
Los agentes han procedido al registro del domicilio de los detenidos y esperan hallar documentos y material informático que permita determinar el alcance de su labor propagandística en internet y determinar si forman parte de una red de mayor dimensión, así como el origen de algunos contenidos audiovisuales difundidos.