Jokin Unamuno, Adur Ramírez y Ohian Arnanz, los tres acusados de la agresión de Alsasua a dos guardias civiles que todavía están en prisión provisional, han negado este lunes en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional que tengan odio o animadversión hacia el Instituto Armado y han asegurado que no participaron en la pelea ocurrida el 15 de octubre de 2016.
Uno de ellos, Adur Ramírez, incluso ha afirmado que no estaba en el bar Koxka, donde ocurrieron los hechos, sino que se marchó a su casa horas antes. A preguntas de su abogada, ha indicado que se enteró de todo lo ocurrido al día siguiente por la cantidad de mensajes y llamadas que recibió.
Unamuno y Ramírez se enfrentan a una petición fiscal de 50 años de prisión por cuatro delitos de lesiones terroristas, mientras que para Arnanz se solicitan 62 años y medio de cárcel por los citados delitos más uno de amenazas terroristas. Ninguno de los tres ha querido contestar a las preguntas de Fiscalía y acusaciones y sólo han respondido a sus abogados.
Asimismo, también han negado pertenecer activamente a los movimientos Ande Hemendik u Ospa Eguna, que defienden la salida de las fuerzas de seguridad del Estado del País Vasco y Navarra, aunque sí han reconocido haber participado en algún acto de los mismos.