La Policía sospecha que las cartas bomba dirigidas en los últimos días a Moncloa, Defensa, las embajadas de Estados Unidos y Ucrania, y la empresa armamentística Instalaza, habrían tenido su origen en la provincia castellano-leonesa de Valladolid.
Según fuentes jurídicas consultadas por Onda Cero, el viernes entró en el Juzgado de guardia un escrito de la Policía en el que se informaba de que la autoría de todos los envíos parecía corresponder al mismo origen y que la procedencia podría ser, en concreto, la provincia de Valladolid.
Asimismo, se informaba de que no había ninguna persona identificada como posible responsable del envío, ni ninguna diligencia solicitada por la Policía al Juzgado. Según fuentes consultadas por El Mundo, va a ser muy complicado dar con el autor de estos envíos ya que las cartas se depositaron en buzones ordinarios.
Tal y como adelantó este sábado La Razón citando a fuentes conocedoras del caso, los agentes de la investigación trabajan con la hipótesis de que el autor de los envíos sería "un lobo solitario con amplios conocimientos, bien entrenado y no un grupo organizado".
Además, se tiene en cuenta que los envíos se hicieron con el despliegue en Ucrania del Equipo Policial de Apoyo (EPA) español, que se encargará de investigar crímenes de guerra en el país. El EPA fue despedido en la madrugada de este jueves en el aeropuerto por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska en su partida hacia Ucrania, y está formado por once agentes de Policía y Guardia Civil.
Según las fuentes consultadas por La Razón, es "demasiada coincidencia" y se trataría de una acción de "desinformación" y "desestabilización" que tiene como único beneficiario Rusia.