"Sin respeto a la ley no hay libertades, ni democracia ni orden ni convivencia posible. Nadie puede estar por encima de la ley", ha proclamado Aznar, en alusión a la jornada de incidentes que se han vivido en Cataluña después de que los Comités de Defensa de la República (CDR) hayan cortado calles, vías de tren e incluso quitado la bandera de España de la Generalitat en Girona por la fuerza.
Así se ha pronunciado Aznar durante la presentación de la biografía 'Miguel Maura. La derecha republicana', noveno volumen de la colección Biografías Políticas de la editorial Gota a Gota de FAES. En el acto, que se ha celebrado en el Museo Lázaro Galdiano, han intervenido también el director de la fundación, Javier Zarzalejos, el autor de la obra, el doctor en Historia Antonio Canellas Mas, y el profesor de Historia Contemporánea de la UNED Julio Gil Pecharromán.
Aznar ha abierto su discurso asegurando que "conviene recordar hoy" el "golpe de Estado" de octubre de 1934 que llevaron a cabo "partidos de izquierda con apoyo nacionalista", especialmente de la Generalitat de Cataluña, que se "sublevó contra el Gobierno de la República". A su entender, si uno se acerca a aquel año verá la "extraordinaria similitud de las situaciones".
El expresidente del Gobierno, que ha puesto en valor el "éxito" de la Transición, ha insistido en que no se puede volver a lo que pasó en aquellos años 30 y después, en los que reinó el "sectarismo", "la revancha" y la "exclusión".
Hay que repetirlo para que quede claro. En estos tiempos de incertidumbre y en estos tiempos de secesión, la tarea del 78 fue un verdadero éxito", ha proclamado, para añadir que con la Transición se canceló la "política de exclusión" permitiendo competir por las ideas en vez de "lamentarse y lloriquear desde un supuesto exilio".
En este sentido, el presidente de FAES ha subrayado que hay que estar "orgullosos" de la democracia, de lo conseguido en estos 40 años de vigencia de la Constitución y del "futuro que tiene" por delante, "muy por encima de cualquier actitud sediciosa, de cualquier chantaje cotidiano o de cualquier condicionamiento político inaceptable".
Tras criticar la Ley de Memoria Histórica porque sin una norma de este tipo su Gobierno apoyó a las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo, ha cargado duramente contra el "adanismo" de algunos líderes de la izquierda y su intento por reescribir la historia con "pretensiones de imponer una narrativa única" sobre lo que ocurrió en España. A su entender, el pasado está para "aprender y no cometer errores" de nuevo.