El expresidente del Gobierno, José María Aznar, se ha mostrado muy crítico con el cambio de postura del Gobierno sobre el Sáhara. En una entrevista en RNE Aznar ha declarado que esto "afecta a responsabilidades históricas de España" y ha afeado a Sánchez haberlo hecho de forma unilateral. "Hacerlo sin consulta y sin debate parlamentario previamente me parece una gravísima temeridad y un error incalculable", ha insistido.
Según el expresidente este hecho muestra a Marruecos la vulnerabilidad y debilidad de España y ha alertado de que este "es un mensaje peligrosísimo". "Se ha cometido un error de consecuencias históricas y que pagaremos muy caro con factores adicionales como el energético", ha declarado haciendo referencia a Argelia.
Sobre la situación de Ceuta y Melilla, Aznar afirma que hay tres factores con los que hay que blindar ambas ciudades: la política, la economía y el factor militar. "Si nuestra política se ha debilitado, la posición económica no es suficiente y si en la posición militar la parte de la voluntad falla y falla la parte política y de capacidades, pues estás en una situación no deseada", ha insistido.
El Congreso clama contra Sánchez
Hasta trece partidos de diferente signo han pedido la comparecencia de Sánchez para explicar los motivos que han llevado al Gobierno a dar este giro radical en lo que a política exterior se refiere. PP, Ciudadanos, ERC, Bildu, PNV, JxCat, PdeCat, BNG, CUP, Más País, Compromís, Nueva Canarias y Coalición Canarias han pedido públicamente al presidente que de explicaciones sobre esto.
Los principales socios de Gobierno, Unidas Podemos, también se han mostrado muy contrarios a este giro del presidente. La Vicepresidenta Yolanda Díaz fue muy crítica con el gobierno acusándole de actuar con "opacidad e incoherencia" a la hora de tomar esta decisión.
A pesar de esto, Sánchez no comparecerá ante el Congreso hasta la próxima semana. Será el miércoles 30 cuando el presidente de estas explicaciones además de informar sobre el Consejo Europeo.
El conflicto con Argelia
El apoyo de Sánchez a Marruecos en el Sáhara podría ocasionar al Gobierno un nuevo conflicto internacional, esta vez con Argelia. Este país, que ha apoyado en este conflicto al Frente Polisario, es el principal suministrador de gas a España. El pasado fin de semana Argel llamó a consultas a su embajador en Madrid mostrando su descontento con esta decisión.
Sin embargo, el Gobierno se ha mostrado muy tranquilo sobre una posible reacción. En palabras del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, Argelia "ha demostrado repetidas veces que es un socio fiable" y ha declarado que mantiene una relación fluida con su homólogo argelino.