En su comparecencia ante la Comisión de Política Territorial del Congreso para explicar la reunión bilateral con la Generalitat del pasado 1 de agosto, Batet considera que ese encuentro abrió una agenda de "normalidad" en la relación con el Govern, que asumió su responsabilidad de "ir más allá de sus reivindicaciones soberanistas".
Pero la crisis política e institucional "sigue existiendo", ha constatado, y no va a tener una solución "milagrosa", por eso ha reclamado el esfuerzo de todos, no solo de los dos Gobiernos, sino también de las fuerzas políticas. Por parte del Gobierno, ha asumido que mantener el diálogo con la Generalitat supone escuchar cosas que "no querría oír o preferiría que no existiesen", aunque ha dejado claro que hay cuestiones que no han sido aceptadas en la Bilateral ni serán aceptadas, como la autodeterminación o la existencia de presos políticos.
Por eso, ha reprochado al PP que se haya centrado su interés en la Bilateral en estas cuestiones, coincidiendo de esta manera con los independentistas, y situando el debate en los aspectos de mayor confrontación o que pueden resultar "mas estériles", en vez de atender a otros para buscar una solución política.