El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha descartado este lunes que el Gobierno vaya a dar marcha atrás en la polémica venta de 400 bombas de precisión para Arabia Saudí acordadas por el Gobierno anterior por el caso de la desaparición del periodista opositor saudí Yamal Jashogi, que trabaja para el diario estadounidense 'The Washington Post'.
"No hay que mezclar una cosa con la otra. Los acuerdos y los contratos que suscribió el anterior Gobierno y que dieron lugar a una cierta polémica hace unos meses no vamos a interrumpirlos por esta razón", ha explicado Borrell en rueda de prensa al término de la reunión con sus homólogos de la UE en Luxemburgo, donde han abordado brevemente el caso del periodista desaparecido.
"O al menos hasta que tengamos información de qué es lo que ha ocurrido", ha remachado el jefe de la diplomacia española, que ha descartado que "ningún país" vaya a tomar represalias contra Arabia Saudí. "No creo que ningún país lo vaya a hacer", ha apostillado.
Borrell ha reiterado el apoyo de España a la petición que han hecho varios países europeos y la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, para que se esclarezcan "los hechos".
"Necesitamos saber qué ha pasado allí. De entrada, no condenamos a nadie pero queremos saber qué ha pasado y las autoridades turcas deben facilitar una respuesta y para ello, naturalmente, necesitan la colaboración de las autoridades saudíes", ha agregado.
Arabia Saudí advirtió este domingo de que responderá con "grandes acciones" a cualquier sanción que se derive del caso del periodista, a quien se perdió la pista el 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul, donde las autoridades turcas creen que fue asesinado por agentes de Riad.
"La Unión Europea espera una investigación completa de las autoridades saudíes en plena cooperación con las autoridades turcas", ha asegurado Mogherini por su parte.