El PSOE tiene claro su rumbo en el caso Koldo. Todos los dedos de la bancada socialista apuntan en una dirección, la de José Luis Ábalos, sin tener en cuenta, a Víctor de Aldama en prisión incomunicada.
En febrero de 2020 cuando acuciaban las preguntas sobre el viaje de Delcy a España, Ábalos era elogiado por su bancada por su actuación en la crisis. Pese a las críticas de la oposición y las múltiples versiones ofrecidas sobre los hechos, los diputados socialistas se pusieron de pie en el Congreso para aplaudir a Ábalos, en un gesto que denotaba unidad.
Cuatro años después, la situación es muy distinta y ahora el PSOE está dispuesto a votar a favor de su imputación en el Tribunal Supremo, como informa 'El Español'. El cambio es drástico: de ser elogiado en pleno al sí un suplicatorio para imputarle.
El caso Delcy y las múltiples versiones
Ábalos dio once versiones diferentes sobre lo sucedido en el aeropuerto de Barajas aquella noche de enero de 2020. A medida que se destapaban más detalles y se acumulaban contradicciones, la oposición preguntaba, pero el PSOE lo defendió férreamente. La bancada socialista coreaba su nombre mientras los opositores clamaban por su dimisión.
Con el informe de la UCO queda claro que la historia oficial no se sostenía, y que incluso Pedro Sánchez estaba informado con días de antelación de la llegada de Delcy Rodríguez, como revelan las conversaciones interceptadas. Esta revelación contradijo la versión oficial que situaba a Ábalos como el único gestor de la crisis.
El caso Koldo y la estocada final
El juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha recibido ya la certificación de que Ábalos es diputado, lo que permite solicitar formalmente su imputación al Tribunal Supremo. A su vez, Ábalos ha pedido declarar voluntariamente para intentar aclarar su posición en los hechos.
El giro del PSOE
El paso del PSOE a apoyar la imputación de Ábalos pone en evidencia la desconexión entre el partido y el exministro. Es probable que, tras la votación en el Congreso, Ábalos deje de sentir cualquier tipo de lealtad hacia un partido que, en su percepción, lo ha dejado caer para protegerse a sí mismo.
