El expresidente catalán, Carles Puigdemont, ha afirmado este domingo que en el hipotético caso de que se presentase de nuevo como candidato de JxCat y el Parlament, esta vez sí, lo invistiese presidente de manera telemática, volvería a Cataluña.
En una entrevista en TV3, Puigdemont no ha aclarado si será el candidato, aunque sea simbólico, de JxCat en las próximas elecciones catalanas: "Si tuviese que tomar esta decisión hoy, seguramente sería que no".
"Pero mi vida no puede planificarse más allá de una semana vista, no hago planes en este sentido", ha puntualizado Puigdemont, que ha recordado que tras las elecciones del 21 de diciembre de 2017 había un plan para que el Parlament lo invistiese por vía telemática y él regresara para "tomar posesión en el Palau de la Generalitat".
"No era fácil pero era muy posible", ha dicho, aunque finalmente el presidente del Parlament, Roger Torrent, desconvocó el pleno del 30 de enero de 2018 ante las advertencias de los tribunales contra una investidura telemática.
Preguntado por si estaría dispuesto a volver a intentarlo, ha asegurado: "Si yo me presentase y el Parlament me invistiese, claro que iría, como ya tenía previsto ir a partir del día 30".
"Si el Parlament no tiene capacidad de investirme a mí de manera telemática, no tiene ningún sentido", ha añadido Puigdemont, que ha anunciado que el Consejo por la República, entidad que impulsa desde Bélgica, está elaborando un libro con el título "Preparémonos" sobre "cómo continuar este proceso", con un "nuevo embate con el Estado".
También se ha referido a las tensiones con la cúpula del PDeCAT, que se niega a disolverse como partido para integrarse en JxCat.
Puigdemont ha explicado que no ha "roto" su carné del PDeCAT, pese a que la propia dirección de este partido pidió a los militantes que se uniesen a JxCat que renunciaran a su carné.
El expresidente ha señalado que "hay una parte de la dirección del PDeCAT" que no quiere unirse a JxCat pero sí "muchísima gente" del ese partido.
Puigdemont ha desgranado contenidos de su libro de memorias sobre el 1-O y ha reconocido que en algunos momentos de la legislatura pasada el líder de ERC, Oriol Junqueras, lo "descolocó" con su actitud, aunque ha asegurado que es "normal que haya discrepancias".
Dadas las tensiones internas entre JxCat y ERC, según Puigdemont "la manera de ir hasta el final y de ganar es tratarnos como aliados de una misma trinchera, no competidores".
Puigdemont se ha mostrado crítico con el papel que jugó el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, en octubre de 2017, porque a su juicio se comportó "no como un hombre de iglesia", sino como "un hombre de Estado", algo que considera "inaceptable".