Después de la entrada en vigor de la reforma del Código Penal en la que se deroga el delito de sedición y se modifica el de malversación y de conocerse que el juez Llarena mantiene el procesamiento de Carles Puigdemont por los delitos de desobediencia y malversación, el expresidente de la Generalitat de Cataluña, ha publicado un vídeo en su cuenta de Twitter en el asegura que no volverá a España "ni esposado ni rendido".
"No volveré ni esposado ni rendido ante un juez español para que sea indulgente. No voy a avalar con mi beneficio personal una política que pretende criminalizar el anhelo de los catalanes de vivir en un país libre", ha explicado Puigdemont en sus redes sociales.
Según ha comentado el ex presidente su intención es lucha "hasta el final" la "batalla judicial europea" para conseguir evitar su extradición a España y ha adelantado que volverá libre al país.
Asimismo, sin llegar a hacer mención directa a ERC y al Govern de Pere Aragonès, el prófugo de la justicia ha censurado que hayan dado el apoyo al PSOE para reformar el Código Penal: "Yo no avalaré con mi beneficio personal una política que pretende criminalizar el anhelo de los catalanes de vivir definitivamente en un país libre".
Por otro lado, Puigdemont ha calificado de "funambulismos parlamentarios" lo que está sucediendo en los últimos meses en España y ha recordado que se continúa haciendo "política desde los tribunales y se cambian los actos judiciales a conveniencia", solo para "perseguir y penalizar todo el proceso de independencia".
Además, el ex presidente ha denunciado "una justicia que primero persigue por rebelión, luego por sedición y que ahora reclamará mi detención por un delito que ella misma desestimó en Alemania hace cuatro años y medio", por lo que considera que "no es una justicia democrática".
Por su parte, Carles Puigdemont también se ha pronunciado sobre su situación y descarta que vaya a pedir algún beneficio para él. "No creo que soluciones personales sirvan para resolver el conflicto de fondo", dice y ha añadido "nunca nos han guiado ni cálculos personales ni cálculos partidistas".
"Asumo el riesgo que conlleva que el resultado de la batalla europea no sea el esperado, pero el riesgo es mucho más alto si aceptamos la idea de que en octubre de 2017 hicimos una cosa diferente que cumplir democráticamente con nuestro compromiso y que esto merece algún tipo de condena", ha matizado.
Por último, ha concluido diciendo: "Que nadie tenga dudas, no volveré ni esposado ni rendido ante un juez español para que sea indulgente. Lucharé para volver libre".