La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha denunciado un juicio "político" por el que cree que acabará sentada en el banquillo de los acusados, pero ha insistido que "no contempla" que la inhabiliten y, en todo caso, ha avisado: "Quien pone y quita presidentes son los diputados".
"Hablan de Operación Diálogo, pero esto parece un monólogo", ha lamentado Forcadell en una entrevista tras su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y la nueva petición de la Abogacía del Estado para inhabilitar a otros cuatro diputados soberanistas de la Mesa.
La presidenta de la Cámara catalana ha denunciado que es "un juicio político", que cree que acabará en apertura de juicio oral y cuyo desenlace considera que "dependerá de cómo vayan las circunstancias y el contexto político".
En todo caso, ha declinado clarificar qué hará en caso de ser inhabilitada, ya que es un escenario que "no contempla", aunque ha recalcado que "quien pone y quite presidentes -del Parlament- son los diputados". Ha defendido que en la Cámara se debe poder "hablar y votar absolutamente de todo" y ha subrayado: "Ningún tribunal decidirá el futuro de los catalanes".
Forcadell ha incidido que lo que investiga el TSJC "es un acto de naturaleza política sin consecuencias jurídicas", por lo que ha opinado que "es un juicio político que en un país realmente democrático no debería haber sucedido nunca", aunque se ha limitado a decir que "no sabe" si la juez que la investiga actúa con criterios políticos.
Ante la declaración de hoy como testigos de los miembros de la Mesa de Ciudadanos, PSC y CSQP, Forcadell ha pedido que expliquen con "libertad" lo que sucedió.
La presidenta ha afirmado que el pasado viernes quiso explicarlo "todo" respondiendo a su abogado, pero declinó hacerlo a las otras partes porque no quería un "interrogatorio" en un proceso en el que "el poder legislativo se somete al judicial" y "se persigue por primera vez penalmente el debate de las ideas".
