El presidente del PP, Pablo Casado, ha pedido este martes que la Fiscalía actúe "cuanto antes" contra los CDR y Tsunami Democratic y que el caso sea llevado por la Audiencia Nacional porque se trata de terrorismo callejero.
Casado ha sostenido que lo ocurrido en Cataluña no son "disturbios aislados", sino que tienen una organización y financiación "como la peor kale borroka del País Vasco". Por ello, ha sostenido que si es terrorismo callejero el tribunal competente para "centralizar" todos esos casos es la Audiencia Nacional.
El presidente del PP ha asegurado que su partido acabó con la kale borroka en Euskadi y que se puede hacer en Cataluña con las mismas herramientas, la Ley de Partidos para ilegalizar formaciones con vínculos con Tsunami Democratic y los CDR, y la ley de responsabilidad penal de menores en este tipo de delitos.
El dirigente popular ha afirmado que se le hace "muy difícil seguir apoyando al Gobierno" en Cataluña mientras los socialistas mantienen acuerdos con ERC y Junts per CAT en ayuntamientos catalanes y en la Diputación de Barcelona.
Cayetana Álvarez de Toledo ha dicho que es "esencial" que el Gobierno de Sánchez "descarte cualquier nueva operación diálogo" con ERC, ya que, según ha dicho, le "preocupa" que se esté "fraguando una nueva operación diálogo" para "aislar un poco a Torra como si fuera un radical libre" y que "a los otros radicales se les blanquee y se les presente como los moderados con los que sí se puede dialogar". "Y ése no es el caso", ha afirmado.
La popular también ha subrayado que esa nueva operación diálogo que están "fraguando" hace "exactamente lo contrario de lo que hay que hacer" porque "no se puede negociar ni hablar con los que insisten en promover la ruptura del orden constitucional español".
"Lo que hay que hacer es derrotarles y apartarles. Lo que hay que hacer es dialogar con los constitucionalistas en Cataluña, con los que sí respetan las leyes y sí respetan las opiniones de los demás", ha manifestado.
La portavoz del Grupo Popular y candidata por Barcelona en las elecciones ha asegurado que le preocupa la "pasividad" del Gobierno que, a su juicio, viene motivada por "una mezcla de debilidad estructural y complicidad estructural con el nacionalismo y el separatismo".