A su llegada al Congreso para participar en los actos conmemorativos del cuarenta aniversario de la Constitución, Casado ha justificado que su partido sea el único que no quiera apoyar una reforma de la carta magna porque en este momento es el "mejor muro de contención contra los enemigos de la libertad".
Y entre dichos enemigos ha incluido al "nacionalismo excluyente" y al "populismo que va contra las libertades públicas". Casado ha considerado que la Constitución "no sufre la crisis de los 40" y está "viva", como también cree que es "permeable a cualquier modificación necesaria" como se ha demostrado las dos veces que se ha reformado y en cuyo cambio su partido participó.
Pero ha insistido en que es en este momento una "muralla frente a quienes quieren ponerla en riesgo" y por eso considera que el PP, defendiéndola, está haciendo "un gran servicio a España". Es, ha apostillado, una "vacuna contra el radicalismo, el populismo y el nacionalismo".
Aunque ha dicho estar de acuerdo con "la mayoría de los puntos" de reforma que recomendaba el dictamen de Francisco Rubio Llorente, Casado ha considerado que esos cambios "ahora no son urgentes" y no tendrían el mismo consenso de hace cuarenta años.
Se ha referido así a la sucesión de la Corona, la denominación de las comunidades o cuestiones relativas a la UE así como la disposición transitoria de Navarra, algo que -según ha señalado- comparten los populares. Pero si se abre el proceso de reforma, ha insistido, acabarían sobre la mesa cuestiones como "la república, la nación catalana o la ruptura del propio sistema político".
Pablo Casado ha considerado que la Constitución se puede desarrollar legislativamente sin necesidad de reforma. Como ejemplo ha puesto el desarrollo del título octavo de la carta magna, "dejando claras las competencias" estatales, autonómicas y locales o la modificación del método de elección de vocales del Consejo General del Poder Judicial mediante una ley orgánica.
Y ha insistido en que la Constitución debe seguir siendo "punto de partido" pero no "abrirse en canal", que es "lo que pretenden nacionalistas y populistas". Casado ha querido tener un recuerdo hacia las víctimas del terrorismo, que con su "sacrificio han permitido que se consagrara el marco de convivencia, concordia, libertades y derechos".