Apoyándose en unas muletas, el diestro ha atendido a la prensa a la salida del centro hospitalario, acompañado en todo momento por el doctor Carlos Val-Carreres, que le operó en la enfermería de la plaza y ha seguido después toda su evolución.
"Estoy mejor", aseguró Cayetano al tiempo que quiso dar las gracias tanto al equipo médico que le ha tratado como a todos los que en estos días se han interesado por su estado y a todos quienes les han mandado mensajes de apoyo y cariño. "E incluso -añadió en referencia a lo expresado por antitaurinos en redes sociales- a los que se han alegrado por mi dolor o me han deseado la muerte, porque me hacen sentirme más fuerte".
También se quiso acordar el diestro de los compañeros que, como él, convalecen estos días de sus percances y de todos cuantos han resultado heridos esta temporada tan dura, en la que además hay que lamentar la muerte de Iván Fandiño.
"Quizá mi caso haya llamado más la atención, pero quiero que la gente sepa que hay otros muchos toreros que han caído heridos y que también merecen respeto y consideración", aseguró Cayetano, quién sufrió el pasado 11 de octubre una grave y extensa cornada en la parte superior interna del muslo izquierdo, con tres trayectorias, una de las cuales le llegó al pubis. Aun así, permaneció en el ruedo hasta dar muerte al toro de Parladé y cortarle las dos orejas.
Una vez recibida el alta, el torero ha viajado hasta su domicilio madrileño para seguir con la recuperación en compañía de su esposa, la modelo y presentadora de televisión Eva González, que espera el primer hijo de la pareja.