Este miércoles entrará en vigor la orden del Gobierno que ilegaliza la caza deportiva del lobo ibérico también al norte de la cuenca del Duero, una restricción que se amplía a todo el territorio español en tanto que su caza ya había sido prohibida al sur de esa cuenca hidrográfica previamente.
El pasado 4 de febrero la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y de la Biodiversidad aprobó la propuesta de inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) mediante un acuerdo que, además de prohibir su caza, incorporaba el compromiso de reforzar las labores de seguimiento y la adopción de medidas para mejorar la coexistencia armoniosa del lobo con las actividades de ganadería extensiva y otras tareas del ámbito rural.
Este martes, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha incluido a todas las poblaciones españolas del lobo ibérico en el LESPRE por medio de una orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), de modo que a partir de mañana, este mamífero pasará a estar protegido en toda la península y dejará de ser una especie cinegética al norte de la cuenca hidrográfica del Duero.
Sin embargo, el texto permite que puedan capturarse lobos con una autorización administrativa autonómica cuando se demuestre que las medidas preventivas o de protección del ganado sean ineficaces, se justifique que la caza no afecta negativamente al estado de conservación favorable de la especie y se justifique que hay perjuicios importantes para el ganado por daños recurrentes o significativos.
Apoyo de los ecologistas
Las organizaciones ecologistas han aplaudido esta decisión de incluir del lobo ibérico en el Lespre y su consecuente prohibición de caza en toda España.
WWF ha valorado este "giro imprescindible" en la protección de la especie e incidido en que tiene que iniciarse una nueva etapa enfocada en preservar las poblaciones loberas abogando por una "coexistencia efectiva" con la ganadería "en lugar de seguir matando lobos de forma indiscriminada".
"Hoy es un día clave en la conservación del lobo porque se abre una nueva etapa tras años denunciando que no se estaban cumpliendo las leyes, que matar lobos no es la solución y que su gestión se basaba en su persecución. Es el momento de apostar por un nuevo modelo de gestión basado en la coexistencia y de poner en valor tanto al lobo como a la ganadería extensiva", ha declarado Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España.
Por su parte, Ecologistas en Acción ha considerado "un avance importante" para la conservación del lobo ibérico su inclusión en el Lespre puesto que, así, los gobiernos autonómicos ya no podrán determinar cupos de ejemplares que pueden ser cazados.
Además, esta organización ha subrayado que, con esta protección, la caza del lobo se convierte en un delito tipificado en el artículo 334 Código Penal, castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o con una multa de ocho a veinticuatro meses de inhabilitación especial para profesión u oficio y para el ejercicio del derecho de cazar o pescar de dos a cuatro años.