La jornada bautizada como el "supersábado" por los convergentes, ha servido para que las bases eligieran por amplia mayoría a Francesc Homs como cartel electoral del 26J y para que avalaran el proyecto -defendido por Mas y la plana mayor de CDC- de crear una nueva formación política, opción apoyada por entorno al 67% de los participantes en la consulta, frente a un 32% que ha apostado por simplemente renovar el actual partido.
Eso significa que el congreso previsto del 8 al 10 de julio en el Fòrum de Barcelona certificará el adiós a CDC y el nacimiento de un nuevo partido, aunque Mas ya ha dado a entender que, pese a que habrá que cambiar todo aquello que "se pueda mejorar", no se hará tabula rasa con la formación que Jordi Pujol fundó en 1974.
La nueva formación conservará "los mejores valores" de la vieja CDC: "Será un buen hijo de Convergència", ha subrayado Mas, en un guiño a aquel 32% de los participantes en la consulta de hoy que quizá pueden ver con recelo un cambio brusco en la genética de la formación en la que actualmente militan.
"Los buenos valores de CDC deben ser la fuerza y la savia de este nuevo proyecto", ha asegurado Mas, que ha comparecido en la sede del partido en la calle Còrsega de Barcelona rodeado de las figuras más relevantes de la formación, incluido el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
La nueva formación "está abierta a la incorporación de toda la gente que se pueda añadir, lo hacemos por eso, para ensanchar la base, para hacer más grande la casa", ha explicado Mas.
No implicará la disolución de CDC
Pese a lo que la propia dirección había apuntado a finales del año pasado, la fundación del nuevo partido no implicará la "disolución" de la vieja CDC, sino que "jurídicamente seguirá existiendo" independientemente de que se cree una nueva entidad.
Mas no se ha querido pronunciar sobre si la nueva formación debe dotarse de siglas nuevas o mantener el concepto de Convergència, un debate que deberá resolverse en el congreso de julio.
Tampoco ha querido desvelar cuál será su papel en la nueva CDC y se ha limitado a afirmar que está aquí "acto de servicio": "Pueden contar conmigo para la responsabilidad que se decida".
En la consulta sobre el futuro de CDC han participado más de 14.000 personas, entre militantes y simpatizantes. Algo inferior ha sido la participación en las primarias para elegir al cabeza de lista de CDC en las elecciones del 26 de junio, porque de hecho el censo también era inferior.
El vicesecretario general de Estrategia de CDC y hombre de confianza de Artur Mas en el anterior Govern, Francesc Homs, se ha impuesto por un amplio margen del 77,6% de los votos a la otra candidata, Sílvia Requena, quien, erigiéndose en representante de "las bases", ha recabado un 20,29% de las papeletas, pese a ser una cara desconocida para la opinión pública hace escasas dos semanas.
Homs ha aplaudido el "coraje" de Requena al presentarse, pero ha descartado de entrada incorporarla a la lista, porque ha recordado que ella misma descartó esa opción en caso de perder las primarias.
En la ejecutiva previa al consell nacional de mañana que aprobará las listas para el 26J, Homs, según fuentes convergentes, planteará para la provincia de Barcelona una lista continuista, con Carles Campuzano, Lourdes Ciuró y Míriam Nogueras, mientras que la quinta posición la ocuparía Feliu Guillaumes en sustitución de Miquel Puig, que concurrió el 20D a propuesta de Demòcrates de Catalunya.
Homs, que ya dijo durante la campaña de las primarias que no se postularía para un cargo de la dirección en el congreso de julio, ha señalado que todo el apoyo recibido lo "volcará" al 26J, hasta el extremo de dejar "a un lado la cuestión del debate congresual".
Por su parte, la candidata alternativa en las primarias, Sílvia Requena, ha positivizado su 20% de apoyos y ha sugerido que su "corriente" podría optar a liderar la nueva Convergència.
Requena se ha puesto "a disposición" de Homs para empezar la campaña, aunque no ha desvelado si aspira a formar parte de la lista de CDC al Congreso o al Senado.
