"Valorar las circunstancias concretas de cada regalo o cortesía con especial cautela y no aceptar ningún presente que ponga en tela de juicio su apariencia de imparcialidad", dice el CGPJ.
Los jueces deben poner "determinada atención" antes de aceptar regalos, según dice la Comisión de Ética Judicial en respuesta a una duda planteada por un magistrado porque la ley habla genéricamente de cortesías que no excedan las lógicas convenciones sociales.
Se deberá analizar el precio de mercado del regalo, no aceptar valores por encima de una modesta cantidad, tampoco los que procedan de una de las partes de un proceso en el que participa o pueda participar el juez, de modo que una mínima prudencia debería conducir a rehusar todo regalo o atención.
Y una obviedad: cuanto más frecuentes son los regalos, mayor peligro corre la apariencia de imparcialidad.