Los exconsejeros catalanes Lluís Puig y Toni Comín, declarados formalmente en rebeldía desde julio de 2018 tras huir a Bélgica, se han desmarcado este jueves de los miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) investigados por terrorismo en la Audiencia Nacional, y pondrían también "la mano en el fuego" por el presidente de Cataluña, Quim Torra, y su predecesor, Carles Puigdemont.
"Nos parece igual de inverosímil que muchas de las otras cosas que se han estado diciendo en muchos atestados, sumarios, durante estos años de instrucción en donde hemos visto auténticas falsedades", ha declarado Comín a la prensa en Bruselas, tras declarar ante el juez de instrucción por la euroorden dictada contra él por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena.
Comín y Puig han defendido que no han tenido "ninguna relación" con los CDR que investigados, pero han rechazado hasta en dos ocasiones responder a la pregunta de si les hubiera parecido legítimo que, como sostiene el sumario de la causa, los CDR hubiesen asaltado el Parlament catalán con ayuda desde el interior.
Tanto Puig como Comín han argumentado que no saben el contenido del sumario, por lo que no pueden hacer comentarios sobre lo que se recoge en él y han apuntado que cuando lo conozcan con un "mínimo detalle" lo valorarán.
En cualquier caso, Comín también ha dicho poner "la mano en el fuego" por Torra y Puigdemont, para descartar que estuvieran al tanto de las acciones en las que presuntamente trabajaban los CDR detenidos, al tiempo que ha calificado de "muy dudosa" la veracidad de los atestados policiales.