En este sentido, Juncker ha explicado a la cadena alemana ZDF que, aunque la consulta no es vinculante, no tiene sentido hacer caso omiso de sus resultados, si bien la iniciativa de la Comisión sería solo el inicio de un proceso que aún debe pasar por varias fases más.
Una vez lo proponga formalmente la Comisión este viernes, el debate pasa ahora a manos del Consejo y, por tanto, a los Estados miembro.
El Ejecutivo comunitario anunció a principios de julio la puesta en marcha de una consulta que planteaba la continuidad del actual horario de verano, en línea con una resolución aprobada en febrero por el Parlamento Europeo. Dicha resolución reconoce que no existen pruebas científicas concluyentes pero recalca que sí hay indicios que apuntan al efecto pernicioso de este sistema.
La Comisión, en cualquier caso, no se plantea romper la armonización que existe desde el año 2001 y que haya países que unilateralmente se inclinen en un sentido u en otro en cuestión de hora.