El rechazo a la proposición de ley de amnistía en la última votación de conjunto la devuelve a la comisión de justicia que fue la encargada de su tramitación. Si se hubiera rechazado el dictamen elaborado por dicha comisión la norma hubiera decaído por completo, pero Junts pretende ganar unos días para poder seguir negociando con el gobierno y tratar de incluir sus pretensiones.
Existen algunas dudas sobre el plazo y la fórmula para volver a tramitar la proposición de ley. El artículo 31 del reglamento del Congreso establece que los textos legislativos con carácter orgánico que no son aprobados por el pleno se mandan de vuelta a la Comisión que deberá elaborar un nuevo dictamen en el plazo de un mes. Sin embargo, la Mesa de la Cámara Baja le concedió la tramitación por la vía de urgencia, lo que según el artículo 93 reduce los plazos a la mitad, en este caso 15 días. La duda que se tendrá que despejar es si la declaración de urgencia también afecta a esta nuevo proceso o no.
La importancia de estas disquisición temporal radica en que si se determina que el plazo es de dos semanas la fecha de una nueva votación coincidiría con los últimos días de la campaña de las elecciones gallegas. Por eso, en el Partido Socialista prefieren que se establezca el periodo de un mes para que la comisión debata y apruebe un nuevo redactado de la ley.
Además de las dudas sobre el tiempo que tiene la Comisión de Justicia para elaborar un nuevo informe, existe otro interrogante técnico sobre el que hay dos opiniones diferentes; Si el texto sobre el que tiene que trabajar de nuevo la comisión es el enviado inicialmente por esta al pleno o si una vez rechazado se empieza a trabajar con la propuesta inicial del grupo socialista. La interpretación que cuenta con más respaldo de los letrados es la primera, por lo que no habría la posibilidad de introducir enmiendas nuevas sino que los diferentes grupos tendrían que pactar transacciones (cambios) en las ya existentes.