Los socialistas presentaron la reforma a finales del año pasado, pero decayó cuando se disolvieron las Cortes para convocar elecciones anticipadas. Ahora tiene muchas posibilidades de salir adelante, porque PP y Ciudadanos la apoyan.
En la práctica, por la presión social, esa reforma ya se está aplicando: hace tres años que el Gobierno no indulta a ningún condenado por corrupción, y casi cinco que no perdona la violencia machista.
Este martes, además, el Ministerio del Interior iniciará los contactos con los partidos para tratar de alcanzar lo antes posible un pacto de Estado contra la violencia de género que, en lo que llevamos de año, ya deja diez víctimas mortales, las dos últimas este lunes en Daimiel.