El Congreso redujo a más de la mitad su factura total en viajes nacionales e internacionales en 2020, el primero de la pandemia del coronavirus, en comparación con el año 2018, el último de funcionamiento ordinario. En concreto, el año pasado la Cámara gastó 2,83 millones de euros en desplazamientos frente a los 6,54 millones que invirtió en 2018, es decir, se ha producido un ahorro de 3,71 millones, el 56,7%.
Con respecto a 2019, ejercicio en que las Cortes estuvieron disueltas durante cinco meses y otros tantos funcionando a medio gas por la falta de acuerdo para la formación de Gobierno, el ahorro ha sido de casi un millón de euros, el 25%. Durante todo 2020, el Congreso facturó un total de 2.604.987,07 euros en viajes de diputados por territorio nacional, a los que hay que sumar los 229.018,71 euros invertidos en tan solo 15 desplazamientos internacionales a los que también suelen acudir senadores.
2,4 millones menos en movimientos interiores
El ahorro en desplazamientos interiores con respecto a 2018 (cuando se destinaron a este fin 5.019.068 euros) llegó a los 2,41 millones, un 48,09%, mientras que si se compara con el ejercicio de 2019 se queda en un 7%, unos 200.000 euros. Aquel año también hubo meses de parón por las dos elecciones generales que hubo en junio y noviembre. Según los datos recogidos por Europa Press, de los 2,60 millones euros facturados en 2020, 1.783.522,89 euros se invirtieron en viajes realizados por los diputados entre Madrid y sus respectivas circunscripciones, los denominados desplazamientos para la 'actividad parlamentaria'.
El resto son 219.971,28 euros destinados a sufragar viajes de diputados para acudir a actos políticos, con permiso de la dirección de su grupo parlamentario, y otros 520,34 euros para viajes oficiales de representación institucional de la Cámara La cifra global de estos viajes recoge el coste de billetes da avión, tren y autobús, así como la indemnización por kilometraje en vehículo privado, y también los gastos de gestión, cancelaciones, cambios y billetes emitidos pendientes de utilización.
Los viajes al extranjero caen de 66 a 15
Por su parte, los viajes al extranjero han caído de los 66 que tuvieron lugar en 2019 (incluidos los periodos de Cortes disueltas en los que las salidas internacionales continuaron) a tan sólo 15 en 2020. En 2018, último ejercicio a pleno rendimiento, estos desplazamientos fueron casi 140. 85%
Menos gasto en viajes fuera
En términos monetarios, el ahorro por este concepto ha alcanzado los 785.293,19 euros ya que en 2019 el gasto total fue de 1.014.311,9 euros y en 2020 se quedó en 229.018,71 (un 77,4% menos).
Con respecto a 2018, la factura bajó en 1,30 millones (el 85,03%), puesto que entonces se invirtieron 1,53 millones en salidas al extranjero. En total el año pasado se realizaron sólo 15 viajes fuera de España: once antes del estallido de la pandemia en marzo y tan sólo cuatro cuando ya estaban activas las restricciones.
El virus llevó a las asambleas internacionales de las que forman parte las Cortes a transformar en telemáticas sus tradicionales reuniones presenciales, con el consiguiente ahorro.
A la vuelta del verano, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, la que más gasto en viajes suele acarrear por lo amplio de la delegación y la periodicidad de sus encuentros, combinó citas presenciales y telemáticas. Sin embargo únicamente en dos ocasiones ha participado en Estrasburgo en las reuniones de su comisión permanente un parlamentario español, el senador socialista Antonio Gutiérrez Limones, ya que es uno de los vicepresidentes de este foro. Los otros dos viajes internacionales que tuvieron lugar tras el verano fueron para acudir durante dos días en septiembre, al VIII Foro Parlamentario Hispano-Portugués, en Lisboa, y en noviembre a Roma, donde se desplazó la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, por invitación de su homólogo italiano.
Estas cifras incluyen sólo los gastos de desplazamiento y alojamiento en los distintos destinos, pero no los gastos de los parlamentarios durante su estancia fuera del país. Hasta 2017 quienes participaban en estos viajes percibían una dieta diaria de 150 euros, pero el Congreso sustituyó esta cantidad por un sistema de abono de gastos debidamente justificados.