El exconsejero de Educación, Rafael Van Grieken, ha reconocido que llamó en "reiteradas ocasiones" al rector de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), Javier Ramos, el día que la polémica por el máster de Cristina Cifuentes se hizo pública. En el juicio por el Caso Máster, ha explicado que solo se puso en contacto con él para que le facilitara la información que la universidad había proporcionado a la prensa. Además, ha asegurado que el rector le llamó el día anterior pero no se lo cogió "por las horas que eran", así que el día siguiente, 21 de marzo, leyó las primeras informaciones sobre el caso y Ramos le aseguró que todo era correcto, por lo que no dio importancia a la rueda de prensa que dio la universidad.
El rector de la URJC compareció el pasado viernes y afirmó que el exconsejero de Educación fue el cargo público que más insistió en que le mandara la documentación del máster de Cifuentes.
El exconsejero daba por "fiables" los documentos de la URJC
Ante estas declaraciones, Van Grieken ha relatado que tras la rueda de prensa solicitó toda la documentación para asegurarse que "no había irregularidades" pensando que la recibiría al poco rato al estar todo correcto. Sin embargo, pasaron 3 horas, por lo que siguió llamando para ver qué ocurría.
"Era algo que afectaba al Gobierno regional, porque la alumna era a su vez presidenta de la Comunidad y se ponía en entredicho el comportamiento de la universidad pública. Es absolutamente de mi competencia indagar sobre cualquier cosa que tenga que ver sobre ese asunto que se difundió ese día", ha recalcado.
Tras comprobar él y su equipo los documentos, se dieron cuenta que había datos que no cuadraban, ya que la asignatura "Financiación de las Comunidades Autónomas y Entidades Locales", impartida por Pablo Chico de la Cámara, constaba como no presentada. La URJC mandó el documento corregido, donde figuraba un 7,5. Así que dio "total credibilidad" a los documentos, aunque no pidieron expresamente el TFM.
Posteriormente a declarar, el exconsejero ha emitido un comunicado indicando que "todos tenemos que asumir la responsabilidad que nos corresponda en relación con este caso, y algunos no quieren admitirla". Considera "una irresponsabilidad convocar una rueda de prensa con la carencia de información contrastada de la que en ese momento disponía el rector", quien -subraya- "en ningún momento nos comunicó que había abierto una información reservada paralelamente", por lo que se siente "engañado". Finalmente, añade que "si alguien ha transgredido la ley que pague por ello", en lo que se trata de "un caso aislado" en la universidad.
Contradicciones sobre el cambio de notas de Cifuentes
Además del exconsejero, estaban citados a declarar este lunes otros 11 testigos que formaban parte en ese momento de la URJC. La funcionaria Amalia Calonge ha manifestado que ella estaba autorizada a cambiar las notas de Cifuentes, contradiciendo la versión del rector, y lo hizo a raíz de la llamada telefónica del profesor Pablo Chico de la Cámara, que impartía la asignatura en la que la expresidenta constaba como no presentada.
Ha reiterado que en octubre de 2014 tenía potestad para cambiar las notas de los alumnos de "másteres antiguos, con alumnos matriculados antes de que se creara la escuela de posgrado", siempre
que se lo solicitaran los profesores, y así cambió de suspensa a notable la nota de Cifuentes. Calonge cambió la nota de esta asignatura y del TFM una vez que Chico de la Cámara se lo pidió por escrito. No le preguntó la justificación, ya que nunca se había hecho.
Por su parte, Pablo Chico de la Cámara ha declarado que se dio cuenta del error con las notas de Cifuentes y le solicitó el cambio, fiándose de que lo haría llegar a una persona cualificada para hacer el cambio oficial.
No hablaron del TFM de Cifuentes "bajo ningún concepto", ya que él desconocía que hubiera TFM en ese máster, por lo que ha sostenido que Calonge "por su cuenta y riesgo, y sin tener firma, decidió de forma arbitraria hacer una modificación" de la nota del TFM, entiende que "de mala fe".
