El Consejo de Estado aprobará hoy el dictamen sobre la declaración de inicio del proceso hacia la independencia aprobada por el Parlament de Cataluña, tal y como le ha solicitado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para poder recurrir la resolución ante el Tribunal Constitucional.
La petición formal del Gobierno al Consejo de Estado fue registrada minutos antes de las cinco de la tarde pasada por el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, y el subsecretario de Presidencia del Gobierno, Federico Ramos de Armas, sólo unas horas después de que la declaración soberanista fuera aprobada con los votos de los 72 diputados de Junts pel Sí (JxS) y la CUP.
El expediente contiene la declaración íntegra aprobada por la Cámara catalana, así como un oficio firmado por el presidente del Gobierno en el que se solicita el preceptivo dictamen al Consejo de Estado en el plazo de 24 horas para poder recurrir al Tribunal Constitucional (TC).
Fuentes del Consejo de Estado han explicado que el expediente ha pasado a la sección primera de esta institución, que preside Landelino Lavilla, antes de ser elevado a la Comisión Permanente del máximo órgano consultivo del Gobierno.
Será la Comisión Permanente, que preside José Manuel Romay Becaría, la que apruebe finalmente hoy martes el dictamen que el Consejo de Estado enviará a continuación a Presidencia del Gobierno. El dictamen es preceptivo aunque no vinculante para que el Gobierno pueda interponer un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional, una decisión que previsiblemente se adoptará mañana miércoles en una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros.
Con el encargo al Consejo de Estado, Rajoy ha iniciado los trámites para recurrir la declaración secesionista al TC, al que pedirá expresamente que notifique la suspensión de la moción y de todos sus posibles efectos a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, para que tenga en cuenta que la iniciativa recurrida "no puede tener ninguna consecuencia".
Rajoy compareció ayer en el Ayuntamiento de Béjar (Salamanca), antes de participar en un acto electoral del PP, tras firmar, allí mismo, su petición al Consejo de Estado de que elabore el dictamen. Desde esa localidad salmantina el jefe del Ejecutivo aseguró que "ni Cataluña se va a desconectar de ningún sitio ni se va a producir ninguna fractura".
