La tensión entre Podemos y Sumar ha subido de nivel en las últimas horas, a raíz de la dimisión de Nacho Álvarez y su renuncia a ser ministro dentro de la cuota morada como le ofreció Yolanda Díaz, mientras el presidente, Pedro Sánchez, sigue sin desvelar los nombres de su Gobierno.
En medio del fuego cruzado entre Podemos y Sumar, todo apunta a que Sánchez se tomará algún día más antes de anunciar los nombres que integrarán su Consejo de Ministros, donde Yolanda Díaz aspira a tener cinco asientos.
Desde la parte socialista han quitado hierro a las desavenencias que mantienen Díaz y la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, por el veto de la vicepresidenta segunda a que entre en el Ejecutivo la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, y así lo ha expresado el líder del PSC, Salvador Illa.
Ha evitado entrar en esta polémica para subrayar que él con lo que "se queda" es con los 179 votos a favor de la investidura de Sánchez, entre los que se incluyen los cinco diputados morados.
Sin embargo, Belarra ha vuelto a la carga para exigir que Montero mantenga la cartera de Igualdad porque lo considera una garantía para que el próximo Gobierno de coalición sea de verdad "valiente y ambicioso", aunque parece que está en los planes de Sánchez recuperar esta cartera para los socialistas.
De todas maneras, ha insistido en que es Sánchez quien toma la decisión sobre los ministros que formarán parte de su gabinete, poniendo la pelota en su tejado y no en el de Díaz.
En este contexto de desencuentro arrastrado desde hace meses, a los morados no les ha gustado nada la propuesta que hizo ayer la líder de Sumar a Nacho Álvarez al ofrecerle un ministerio a cambio del compromiso de Podemos de acabar con los "insultos y ataques" contra ella, algo que han interpretado como un movimiento poco limpio.
Nacho Álvarez, actual secretario de Estado en funciones de Derechos Sociales, relegado desde hace tiempo en Podemos y muy próximo a Díaz, ya había trasladado a la vicepresidenta que no aceptaría el cargo sin el aval de los suyos y Díaz también sabía que Belarra no aceptaría imposiciones.
Por eso, Belarra, tras la dimisión de Álvarez, que acogió "con enorme tristeza", señaló en las redes sociales que Podemos "no se merece estas estrategias que ponen a nuestra gente a los pies de los caballos".