El sondeo, realizado semestralmente por sociólogos de la UPV/EHU dirigido por el profesor Francisco Llera, constata que se ha producido un "endurecimiento" de la sociedad vasca hacia los reclusos de la banda terrorista, al ser esta posición la única que ha experimentado un alza en relación a anteriores encuestas.
Llera ha atribuido este "endurecimiento" de la sociedad vasca a la tardanza de la banda terrorista en llevar a cabo su disolución definitiva y al "cansancio" que esta tardanza provoca a la hora de apoyar sus reivindicaciones respecto a los presos.
Ha precisado también que cuando se realizó el sondeo, entre el 2 de mayo y el 2 de junio pasados, no se había hecho público la aceptación de los reclusos de la banda terrorista de acogerse individualmente a los beneficios penitenciarios.
No obstante, la mayoría de los sondeados, un 35%, sigue prefiriendo que las medidas de reinserción se apliquen a todos los presos de ETA sin excepción, aunque esta posición experimenta un descenso de 15 puntos en relación al Euskobarómetro anterior.
Otro 23% se decanta por aplicarlas sólo a aquellos miembros de la banda que no tengan delitos de sangre.
La oleada de primavera de esta encuesta revela también un alto consenso en la sociedad vasca en que se debe de hacer justicia con todas las víctimas, tanto de ETA como de la extrema derecha y de abusos policiales (lo respalda un 87% de los sondeados), como en que para abordar la reconciliación "no sólo hay que centrarse en la violencia ejercida por ETA", que lo apoya un 85%.
Un 76% de los encuestados también respalda una paz "sin vencedores ni vencidos" y un 73%, con una subida de 12 puntos, que ETA debe de aclarar los más de 300 atentados pendientes de esclarecimiento.
El consenso social se rompe y los vascos se dividen al ser cuestionados sobre si ETA ha sido la principal responsable de la violencia vivida en el País Vasco, ya que defienden esta afirmación un 49% mientras la rechazan un 32%. El resto no se pronuncia.
No obstante, se mantiene el rechazo frontal mayoritario de la sociedad vasca a la banda terrorista y, en esta ocasión, aunque baja 5 puntos, llama la atención de los autores de la encuesta el descenso que el apoyo explícito a la banda experimenta entre el electorado de la izquierda abertzale.
La oleada de primavera de este sondeo constata una vez más que el apoyo de los vascos a la independencia de Euskadi se mantiene "tibio" en un 30%, mientras que el 60% declara tener pocos o ningún deseo de independencia.
No obstante en ese moderado apoyo a la independencia, la sociedad vasca sigue mostrándose dividida, casi a partes iguales, entre los que se muestran partidarios del sistema autonómico, de un sistema federal y los favorables a la independencia.
La gran mayoría de los vascos sigue oscilando entre la fórmula autonomista (el 33%) y un hipotético sistema federal (el 34%), mientras que el independentismo es apoyado por el 28% de los encuestados, consiguiendo un apoyo muy mayoritario entre los votantes de EH Bildu (78%) e importante entre los nacionalistas en general (un 45%).
El sondeo, como hace habitualmente, también ha preguntado por otras cuestiones de la actualidad política como el apoyo que le da la sociedad vasca a la gestión desarrollada por el Gobierno Vasco de coalición PNV-PSE/EE, al que el 73% de los encuestados le dan un aprobado, frente al 24% que le suspende.
Sólo el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el PNV mantienen la valoración positiva entre la ciudadanía vasca, aunque el apoyo a la gestión del partido mayoritario retrocede 10 puntos, mientras que desciende la valoración otorgada anteriormente a EH Bildu y al PP y se mantiene la obtenida por Elkarrekin Podemos y el PSE-EE.
En relación a la situación política vasca, se da un empate entre quienes la ven con optimismo y pesimismo, aunque la mayoría muestra su escepticismo, mientras que en el apartado económico se percibe una mejoría en las economías familiares.