Esta semana, la negativa de Isabel Díaz Ayuso a reunirse con Pedro Sánchez en Moncloa ha desatado una oleada de críticas desde el PSOE. Si ayer varios miembros destacados del PSOE salieron en tromba a censurar la actitud de la presidenta de la Comunidad de Madrid, hoy la ministra portavoz, Pilar Alegría, ha calificado la ausencia como "absentismo laboral". Considera, además, que su decisión es un "varapalo" al liderazgo de Alberto Núñez Feijóo y una muestra de que "los siete millones de madrileños no pueden estar a expensas de los caprichos o de los intereses personales" de Ayuso.
La ministra ha enmarcado estas reuniones como parte de la "normalidad institucional" y de "grandísima utilidad" para los ciudadanos.
El plantón de Sánchez a Rajoy
Sin embargo, este episodio ha rescatado de la hemeroteca el plantón que protagonizó Pedro Sánchez en 2016, cuando decidió cancelar una reunión pactada con Mariano Rajoy, entonces presidente en funciones, sin dar explicaciones.
El 18 de enero de 2016, Pedro Sánchez anuló una reunión previamente acordada con Rajoy. Así lo comunicó Pablo Casado, entonces vicesecretario de Comunicación del Partido Popular, que explicó que se había pactado el encuentro horas antes de que Sánchez decidiera cancelarlo "sin explicaciones". Casado también recordó que Rajoy había intentado hablar con Sánchez por teléfono en dos ocasiones anteriores, pero tampoco fue posible.
El contexto de aquel momento era de gran incertidumbre política. Tras las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, que dejaron un panorama parlamentario fragmentado, Mariano Rajoy estaba en funciones mientras intentaba formar gobierno. Rajoy, consciente de la necesidad de pactos para desbloquear la situación, buscaba un acuerdo entre PP, PSOE y Ciudadanos.
Fue necesario un mes más para que se produjera el encuentro ente ambos políticos. El 12 de febrero de 2016, Pedro Sánchez aceptó reunirse con Mariano Rajoy en una zona neutral del Congreso de los Diputados, evitando así la Moncloa o cualquier sede partidista que pudiera simbolizar una ventaja para uno de los dos.
En aquella reunión, Rajoy le propuso un gobierno de coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos, argumentando que era "lo mejor para España".
La negativa de Ayuso ha sido presentada por los socialistas como una ofensa a la "normalidad institucional", cuando en su momento, Sánchez eludió el diálogo con Rajoy, aun en medio de una compleja crisis de gobernabilidad. Las críticas que entonces lanzó el PP por la ausencia de Sánchez ahora encuentran su espejo en las acusaciones del PSOE contra Ayuso.