El comité de dirección del PP tiene claro que la nueva composición del ejecutivo de Sánchez posee un claro objetivo; el enfrentamiento entre españoles y la ruptura de los consensos básicos que han propiciado la convivencia desde la recuperación de la democracia en nuestro país. El portavoz del PP, Borja Sémper ha manifestado que cuando el presidente del Gobierno asegura que su ejecutivo tiene un claro perfil político está trasladando la idea de que busca la confrontación política. Afirma que el nombramiento, entre otros, de Óscar Puente como ministro de transportes es un claro exponente de ello.
Los populares consideran que la unión de dos ministerios como justicia y presidencia en manos de Félix Bolaños manda un mensaje a Europa; no hay respeto por la división de poderes, ya que en un mismo ministro se encuentran las relaciones con tres poderes del estado: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Echan en falta en Génova la presencia en el gabinete de personalidades de la sociedad civil. Lo interpretan como un elemento más de ese intento de polarización que va a llevar a cabo Pedro Sánchez en esta legislatura.
La dirección popular denuncia el elefantiásico gobierno en el que sigue instalado Pedro Sánchez. Ha desaprovechado la oportunidad de reducir el número de carteras cuando ha echado a Podemos de su Gobierno. Para Sémper, el jefe del ejecutivo culpa exclusivamente al partido morado de los errores de su anterior legislatura; "ha decidido dormir mejor a partir de ahora" aunque en Génova están a la espera de los movimientos que pueda hacer la formación creada por Pablo Iglesias.
Los dirigentes populares aseguran que serán implacables en la oposición a este gobierno sin perder nunca las formas, aunque añaden que también serán "implacables" en la búsqueda de la recuperación de la convivencia y el entendimiento entre españoles. Van a plantear todas las iniciativas legales y posibles, sobre todo en el Senado, para frenar la proposición de ley de amnistía, aunque son conscientes de que ni la recusación del letrado mayor del congreso, Fernando Galindo, por su cercanía al gobierno socialista, ni la impugnación de su informe favorable a su tramitación serán aceptadas.