El acuerdo suscrito 'in extremis' por JxSí y la CUP consta de cinco puntos, en los que se obliga a la formación anticapitalista a hacer "autocrítica" por su beligerancia negociadora, que ha llevado a Artur Mas a renunciar a la presidencia de la Generalitat en el último momento, para evitar unas nuevas elecciones anticipadas.
El texto del acuerdo está planteado, de hecho, como una enumeración de compromisos de la CUP para "garantizar la estabilidad parlamentaria y fortalecer la acción de gobierno". En primer lugar, la CUP se compromete a "no votar en ningún caso en el mismo sentido que los grupos parlamentarios contrarios al proceso" soberanista o al derecho a decidir "cuando esté en riesgo" esta estabilidad.
En segundo lugar, la CUP acepta que dos de sus diez diputados en el Parlament "se incorporen a la dinámica del grupo parlamentario de JxSí de manera estable", para "participar en todas las deliberaciones y actuar conjuntamente en las tomas de posición del grupo", para poder garantizar el compromiso establecido en el punto anterior.
El tercer punto establece que la CUP votará a favor de la investidura del nuevo candidato a la presidencia de la Generalitat "en la primera votación", que tendrá lugar mañana mismo, último día antes de que expire el plazo y tengan que ser convocadas unas nuevas elecciones.
Los dos últimos puntos representan una asunción de culpas por parte de la CUP por su comportamiento negociador y plantean, en contrapartida con el paso atrás de Mas, que dos de sus diputados colaboren con JxSí en el Parlament.
La CUP "asume que la defensa en los términos políticos del proceso" que ha mantenido en los últimos tiempos "puede haber puesto en riesgo el empuje y el voto mayoritario" del 27S a favor de candidaturas independentistas, en "una negociación que ha desgastado a ambas partes y la base social y popular del independentismo", detalla el texto.
La CUP reconoce "errores en la beligerancia expresada hacia JxSí, sobre todo en todo lo relativo a la voluntad inequívoca de avanzar en el proceso de independencia", añade el acuerdo, por lo que se compromete a "reconstruir a todos los efectos la potencia discursiva y movilizadora", lo que incluye una "defensa activa de todos los agentes que hacen posible" el proceso.
Por último, la CUP se compromete a "renovar, tanto como sea necesario", su propio grupo parlamentario "con el objetivo de visualizar un cambio de etapa y asumir implícitamente la parte de autocrítica que le corresponde en la gestión del proceso negociador".