En un comunicado, la CUP ha expresado su solidaridad con las personas encarceladas, sus familias y sus partidos, ERC y el PDeCAT, después de que el juez del Tribunal SupremoPablo Llarenahaya enviado a prisión al candidato a la presidencia de la Generalitat, Jordi Turull, a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y a los exconsellers Josep Rull, Raül Romeva y Dolors Bassa.
"Con esta decisión, el aparato del Estado cruza una vez más la línea roja del respeto a las bases más elementales del Estado de Derecho y de las garantías democráticas", ha subrayado el partido anticapitalista.
La CUP considera que "quieren ganar en los juzgados lo que pierden en las elecciones" y ha hecho un llamamiento "a la movilización y a apoyar aquellas acciones de denuncia de la represión judicial", pues cree que no se debe normalizar "esta situación de excepción contra la democracia y los derechos de todas las personas".
"Una vez más España vuelve a mostrarse como un Estado autoritario y actúa desde el espíritu de venganza y odio hacia personas que representan una sociedad movilizada en favor de los derechos nacionales", ha señalado la CUP, que califica esta actitud de "demofobia".