YA SE PRORROGARON EN 2024

El debate sobre el aumento del gasto en Defensa deja en el aire la aprobación de los presupuestos

La negativa de algunos de los socios de Sánchez a este asunto puede complicar al gobierno la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado, que ya se prorrogaron el año pasado.

ondacero.es

Madrid |

Pedro Sánchez y María Jesús Montero entrando al Congreso de los Diputados
Pedro Sánchez y María Jesús Montero entrando al Congreso de los Diputados | Europa Press

Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) siguen en el aire y el Gobierno no parece tener claro si podrá o no presentarlos en este 2025. Justo cuando se cumple un año de la renuncia del Ejecutivo a los de 2024, debido al adelanto electoral en Cataluña, la situación no parece haber cambiado, y el debate desatado en los últimos días sobre el aumento del gasto en Defensa no hace más que dificultar la llegada a acuerdos.

Ya el pasado verano intentaron aprobar en el Congreso los objetivos de estabilidad, pero la negativa de Junts lo impidió, y unas semanas más tarde el Gobierno aprobó a través del Consejo de Ministros la senda de estabilidad para el periodo 2025-2027, que no llegó a tramitar en el Congreso ante la certeza de que tampoco iba a contar con los apoyos necesarios.

Desde entonces, los mensajes deslizados por el Gobierno siempre han ido dirigidos a seguir en busca de una negociación que permita presentar nuevas cuentas del Estado, aunque sea con algunos meses de retraso, de ahí algunas de las cesiones a Junts, cuyos votos resultan clave en este asunto.

En las últimas semanas se ha hablado mucho del acuerdo para ceder competencias de migración a la Generalitat de Cataluña, en lo que parece un acercamiento de posturas con Junts de cara a una negociación de los PGE.

Pero aunque Junts es quien más problemas ha dado a Sánchez, las cuentas no salen al presidente sin el voto de cualquiera de las formaciones que avalaron su investidura. Es por esto que se antoja fundamental el debate sobre el aumento del gasto en Defensa, ya que partidos como ERC, Podemos o el BNG han trasladado en las últimas horas su rechazo.

Gabriel Rufián (ERC) ha negado que su partido esté dispuesto a dialogar sobre las cuentas del Estado mientras no se cumplan compromisos previos contraídos por el Ejecutivo. También Néstor Rego (BNG) trasladó el pasado jueves el rechazo de su formación al presidente y advirtió de que este asunto afecta a otras cuestiones que requieren negociación.

Ione Belarra (Podemos) fue más allá y aseguró que el aumento del gasto militar va a marcar el rumbo de la legislatura y tendrá efectos en todas aquellas cuestiones que están encima de la mesa, al tiempo que afirmaba que los presupuestos no están en el horizonte. Acudió a Moncloa con una camiseta en la que se podía leer el lema 'No a la guerra' y llegó a referirse a Sánchez como un "señor de la guerra".

Pero estas declaraciones no han hecho variar la versión oficial del Gobierno de que lo van a seguir intentando. "A nosotros nos gustaría que hubiera presupuestos. Trabajamos para que haya presupuestos y seguimos tanto en el Gobierno de coalición como con los grupos parlamentarios dialogando para sustanciar esos presupuestos en los próximos meses", señaló hace unos días Sánchez, aunque a renglón seguido precisó que es una cuestión que no depende sólo del Ejecutivo.

La hipótesis de que fracasara en su objetivo le fue planteada a Sánchez en Davos, durante su participación el pasado enero en el Foro Económico Mundial que se organiza cada año en esta ciudad suiza, y más allá de la insistencia en que peleará por ello, afirmó sentirse "muy cómodo" con el presupuesto actual.

No obstante, desde el Ejecutivo recalcan que la meta es lograr unas nuevas cuentas que creen que certificarían prácticamente que podrá agotarse la legislatura, pero ven también posible, aunque reconocen que no es lo deseable, que Sánchez pudiera culminar su mandato incluso sin aprobar en cuatro años un nuevo presupuesto.