Entre ellos, el empresario Juan Muñoz

Declaran ante el juez los detenidos por contratar al comisario Villarejo

El empresario Juan Muñoz, marido de la presentadora de televisión Ana Rosa Quintana, su hermano y su abogado, detenidos este martes en el marco de la 'operación Tándem' por haber contratado presuntamente al comisario jubilado José Manuel Villajero pasan este jueves a disposición judicial para declarar ante el juez de la Audiencia Nacional encargado del caso, Diego de Egea.

ondacero.es

Madrid |

El excomisario José Manuel Villarejo en una imagen de archivo. | EFE

Por este mismo asunto, también comparecerán el propio Villarejo y su abogado Rafael Redondo, principales investigados en este caso. Las detenciones de Muñoz y las otras dos personas se enmarcan en la pieza denominada 'Pintor', la sexta de la causa y abierta el viernes pasado por parte del magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción número 6, han explicado las fuentes consultadas.

Este martes, agentes de la Policía Nacional detuvieron al empresario, a su hermano y su abogado por los delitos extorsión, descubrimiento y revelación de secretos cometidos al haber contratado presuntamente al Villarejo con el fin de extorsionar a una tercera persona.

Además de los arrestos, en el curso de la operación, acometida a instancias de la Fiscalía Anticorrupción tras la apertura de la pieza, se produjeron un total de siete registros en las localidades andaluzas de Marbella y Sotogrande, además de en Madrid.

Villarejo lleva más de nueve meses en prisión provisional por el del 'caso Tándem', que estalló a principios de noviembre pasado al destaparse una presunta trama de corrupción en la que habrían participado varios policías y en la que el comisario está investigado por blanqueo de capitales, cohecho y organización criminal.

Archivo contra otros clientes del comisario

El juez De Egea ya ha archivado la causa contra antiguos clientes del comisario jubilado, como ocurrió este lunes cuando el magistrado desimputó a cuatro directivos de un despacho de abogados que contrataron presuntamente los servicios del expolicía para hacer un informe de seguimiento de varios antiguos socios al considerar que los letrados no conocían ni la condición ni los métodos de Villarejo. No obstante, estas piezas se mantienen abiertas porque aún continúan en ellas investigados el propio Villarejo como Redondo.