La Policía catalana ha informado de que los dos grupos actuaban en Barcelona, aunque los jefes de uno de ellos tenían su sede en Alameda de la Sagra (Toledo) y realizaban estafas del mismo tipo en otras ciudades como Madrid, Guadalajara, Valladolid, Cuenca, Santander, Cáceres, Pontevedra, La Coruña y Valencia.
La investigación se inició hace unos diez meses en Barcelona, después de que un anciano de 94 años del distrito de Nou Barris denunciara que dos falsos operarios del gas entraron en su domicilio y, tras distraerle, se llevaron un ordenador portátil.
Tirando de ese hilo, los Mossos lograron detener a esos dos estafadores, pero comprobaron que existía otro grupo, sin relación con los dos detenidos, que realizaba la misma estafa.
Ambos grupos operaban de forma similar: llamaban por teléfono a casas donde residían ancianos solos haciéndose pasar por organismos oficiales para informar de que iba a pasar un inspector del gas para revisar la instalación y de que, en caso de negarse, procederían a cortarles el suministro.
Tras sopesar si podrían engañar fácilmente al anciano, los falsos operarios se presentaban en la casa, simulaban la revisión del gas y, una vez finalizada, hacían que otro miembro del grupo llamara por teléfono y distrajera a la víctima mientras ellos se llevaban de la casa los objetos de valor que encontraban.
Los Mossos y la Guardia Civil han practicado seis detenciones y tres registros, dos en Barcelona y uno en Alameda de la Sagra, en los que han recuperado más de 43.000 euros en efectivo, material informático, herramientas para llevar a cabo las reparaciones simuladas y listados con nombres de ancianos, víctimas potenciales de sus estafas y de una media de edad de 85 años.
Todos los detenidos son ciudadanos españoles de edades comprendidas entre los 28 y los 36 años, que han sido arrestados en Barcelona, Alameda de la Sagra y Zafra (Badajoz), dos de los cuales han ingresado en prisión por orden del titular del juzgado de instrucción número 33 de Barcelona y el resto ha quedado en libertad con cargos.
Aunque se achaca a los detenidos la comisión en el último año de 340 estafas no se descarta que hayan podido ser muchas más, ya que muchos de los ancianos no han denunciado los hechos e incluso alguno desconoce haber sido víctima de una estafa, puesto que los delincuentes se comportaban en todo momento de forma correcta y su conducta no levantaba sospechas.