El control de los procesos de radicalización llevada a cabo por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha sido clave para identificar a estos veinticinco internos en un total de diecisiete prisiones. Se trata de la primera operación de estas características llevada a cabo en Europa contra un entramado afín al Daesh cuya actividad se desarrolla íntegramente en el ámbito penitenciario.