El detenido de nacionalidad tunecina, aunque se movía en Turquía con identidad falsa siria, era uno de los más perseguidos por los servicios de inteligencia de varios países, sobre todo por sus contactos dentro del Daesh.
Antes de su detención, había dicho varias veces a los suyos que su intención era atentar de forma inminente. Según los investigadores, estaba en Turquía bajo la protección de una célula libia del Daesh encargada de facilitar el traslado de los miembros de esta organización entre Libia y Siria.