La embarcación partió desde Tánger (Marruecos) y tenía como destino la costa española, en concreto Algeciras, con doce inmigrantes de origen subsahariano a bordo, de los cuales solo sobrevivió uno de ellos, que fue rescatado por Salvamento Marítimo.
Según la Policía, la patera naufragó por el fuerte oleaje y las pésimas condiciones de la embarcación y, hasta el momento, solo cuatro de los cadáveres han sido recuperados y el resto de ocupantes se encuentran desaparecidos.
El grupo de doce subsaharianos, que inició la travesía a cambio de unos 500 euros, permaneció oculto durante los días previos a la partida en una vivienda de seguridad perteneciente a la organización. Después, los inmigrantes fueron trasladados en una furgoneta hasta una zona cercana a la playa donde ellos mismos recogieron la barca, un inflador, un bidón de gasolina, un pequeño motor y cuatro remos.
Durante la madrugada los traficantes "lanzaron" al agua a los inmigrantes con la única indicación de seguir las luces hacia la costa española. Ellos mismos eran los encargados de pilotar las embarcaciones, sin contar con elementos para orientarse y sin conocimientos de navegación con el peligro que ello supone para sus vidas, según ha explicado la Policía.
Asimismo, la Policía ha destacado la utilización por parte de estas organizaciones criminales de embarcaciones de 'último viaje' al ser de muy baja calidad, con motores con poca potencia y escasa flotabilidad. El objetivo que pretenden no es arribar a las costas españolas sino ser rescatados en alta mar por parte de los servicios de Salvamento Marítimo españoles. De los doce inmigrantes que iniciaron la travesía tan solo hay un único superviviente, que pudo ser rescatado por Salvamento Marítimo y trasladado finalmente a las costas de Algeciras.
Tras varias investigaciones, los agentes localizaron al organizador de este viaje en la localidad de Épila (Zaragoza) y le arrestaron como presunto autor de varios delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y homicidio imprudente.
Esta persona, de origen senegalés, sería el responsable de la captación, alojamiento, traslado hasta el lugar de partida, cobro de cantidades y facilitación de material para los viajes como el bote, la gasolina, el motor o los remos.
Durante el registro de su vivienda, los agentes intervinieron su teléfono móvil, dispositivos de almacenamiento masivo de información y documentación a partir del cual se realizarán investigaciones con las que obtener nuevas evidencias de su participación e implicación en el "lanzamiento" de esta y otras pateras, según ha explicado la Policía.
Los investigadores han constatado que la organización a la que pertenece el arrestado se encuentra asentada en el norte de Marruecos, y que éste llegó a España a finales de julio utilizando la misma ruta que sus víctimas.
La investigación continúa abierta para localizar al resto de componentes del grupo delictivo, por lo que se ha recabado la colaboración de las autoridades policiales de Marruecos y Senegal.