En la querella, que se dirige también contra varios periodistas y medios de comunicación, el ya condenado por vaciar el patrimonio del Grupo Marsans --quien cumple pena en prisión-- considera delictivo que se pasee su imagen "de forma burlesca" en el autobús relacionándole con la corrupción "con la única finalidad de captar la atención y ganarse la confianza de sus votantes".