Uno de los miembros de la familia alertó en un primer momento a los servicios médicos por una subida de tensión. Cuando los sanitarios llegaron al lugar se activó la alarma por monóxido de carbono, han informado los bomberos de Stuttgart.
Efectivos de rescate descubrieron entonces el origen del gas en la planta baja, donde había tres braseros con carbón encendidos.
La madre de la familia, de 44 años, el padre, de 46, y sus ocho hijos fueron atendidos en el mismo lugar.