Javier Gómez fue destituido de su cargo como secretario de Organización de Ciudadanos en el País Vasco por tratar, según la dirección del partido, de hacer "un trasvase de afiliados" hacia el PP.
Ayer Gómez presentó su petición de baja como afiliado del partido naranja ante la dirección nacional del partido por lo que con esta solicitud tramitada de forma telemática Gómez deja de ser también coordinador de Ciudadanos en Álava.
La formación liderada por Albert Rivera destituyó a Gómez con el argumento de que intentaba hacer un "trasvase de afiliados" de Ciudadanos al PP, en contra de lo manifestado por el propio Gómez, que aseguró que su cese se ha producido por intentar cerrar con el PP vasco una coalición constitucionalista al estilo de Navarra Suma, argumento que también defendió el presidente de los populares vascos, Alfonso Alonso.
Hoy Gómez y otros militantes críticos con el partido han anunciado a través de una nota de prensa que los otros tres miembros de la Junta Directiva de Vitoria abandonan sus cargos por entender que "el comportamiento del partido con su coordinador ha sido desleal a años de esfuerzo y dedicación".
Iñaki Sánchez, que fue candidato al Ayuntamiento de Vitoria en las pasadas elecciones locales, ha asegurado que Ciudadanos está actualmente "capitaneado por personas que han perdido completamente el rumbo, lo que hace inviable" su continuidad en la formación.
Gómez, por su parte, ha vuelto a pedir a Ciudadanos que "recapacite" respecto a la idoneidad de formar una coalición en Euskadi con el PP porque "cuando los constitucionalistas se dividen los nacionalistas se multiplican". Fuentes de la dirección de Ciudadanos en Euskadi, por su parte, han señalado que desconocen que se haya producido la dimisión de todos los miembros de la Junta Directiva de Vitoria ya que no se les ha comunicado esta decisión, y han anunciado que "en breve" se convocará una asamblea de militantes para elegir una nueva dirección.
El presidente del PP vasco explicó el jueves que Gómez ha sido el interlocutor de Ciudadanos con el que los populares habían negociado y casi ultimado un acuerdo para confluir conjuntamente a las elecciones del 10 de noviembre y culpó al presidente del partido
naranja, Albert Rivera, de "cesar fulminamente" por este motivo al dirigente vasco por no tener "voluntad política" de conformar una coalición.