El hasta ahora vicerrector de Comunicación de la Universidad Complutense, Ubaldo Cuesta, ha dimitido este lunes durante el Consejo de Gobierno de la universidad por "motivos puramente personales", aunque ha admitido haber denunciado "por acoso" al decano de la Facultad de Ciencias de la Información, Jorge Clemente.
Según ha publicado ABC y ha confirmado Ubaldo Cuesta a EFE, el motivo por el que ha denunciado al decano Jorge Clemente ante la Inspección de Servicios de la universidad es que éste ha bloqueado cinco cátedras extraordinarias, tres de las cuales dirige Cuesta.
Uno de los aspectos de la denuncia por acoso es que el decano "ha bloqueado tanto los expedientes económicos como las reservas de espacios en cualquier actividad vinculada a esas cátedras", que no pueden realizarse en la facultad.
Para ello, "el decano alega que estas cátedras son irregulares cuando no es así, son absolutamente regulares, según el propio Rectorado, según el Vicerrectorado que tramita y que regula las cátedras, según los informes de la asesoría jurídica", explica Cuesta.
Aunque el decano "al principio alegaba que no se habían reunido lo suficientemente las comisiones mixtas, todas las comisiones se han reunido y, sin embargo, él sigue bloqueándolo todo diciendo que no está de acuerdo".
Como la universidad cuenta con unos trámites para esos casos, "si no está de acuerdo que solicite una nueva reunión de las comisiones mixtas o que lo recurra", dado que "como funcionario público no puede actuar de esa forma tan irregular, por lo que la Inspección ha tenido que intervenir, según Cuesta que añade: "dos de las cátedras bloqueadas las dirigen profesores del mismo departamento del decano".
Estas cátedras no cuentan con alumnos, "son convenios de colaboración con empresas para realizar actividades, pero no para dar cursos como los másteres", ha explicado. "Son cátedras dotadas, hay una empresa que aporta un dinero para que se realicen investigaciones o bien se organicen pequeños seminarios o congresos".
Por ello, algunas cátedras "están realizando actividades en otra facultad distinta" a la de Ciencias de la Información. "Siguen haciendo su actividad en la manera que pueden. Pero esta situación tan anómala, claramente es un acoso laboral".
Además, la gestión de espacios de la universidad "depende de la Gerencia general, no del decanato, porque son bienes patrimoniales", por lo cual si la gerencia del centro aprueba dicha reserva y el decano lo prohíbe, "se salta la norma".
Por su parte, según recoge ABC, el decano Jorge Clemente denunció la semana pasada, en su comparecencia en la Asamblea de Madrid por el caso Begoña Gómez, "presiones por parte del Rectorado" al considerar el vicerrector "acoso laboral su petición insistente de información sobre el funcionamiento de las cátedras extraordinarias adscritas a su facultad, por lo que le denunció ante la Inspección de Servicios" de la universidad.
