El gerente de dos hoteles de Pineda de Mar (Barcelona) que aloja a antidisturbios de la Policía Nacional desplazados a Cataluña ha asegurado en un comunicado que ambos establecimientos se han visto obligados a desalojarlos "bajo la amenaza de cierre durante cinco años" por parte del Ayuntamiento. En el comunicado, difundido a través de las redes sociales, el gerente indica que, "debido a una reunión que hemos tenido con responsables del Ayuntamiento de Pineda de Mar, nos vemos obligados, bajo amenaza de cerrarnos los hoteles durante 5 años, a desalojar el contingente de Policías Nacionales de dos hoteles, Chekin Mont-Palau y Chekin Pineda el día 3/10/2017 antes de las 16.00 horas".
Varios centenares de personas protestaron anoche ante estos hoteles con gritos de "Independencia" o cánticos de 'Els Segadors', mientras los Mossos d'Esquadra protegían el establecimiento hotelero con varias furgonetas de los antidisturbios aparcadas frente a él. Durante la concentración, se vivieron momentos de tensión, especialmente cuando los Mossos hicieron un pasillo para que entrara un grupo de policías nacionales, que fueron recibidos por sus compañeros ya instalados en el interior del hotel con gritos de "España" y "Que nos dejen actuar".
Hasta el establecimiento se desplazaron responsables municipales y, poco después, el consistorio emitió en su cuenta de Twitter el mensaje de que "la primera teniente de alcalde de Pineda de Mar negocia con los gestores del hotel Montpalau" y ha conseguido el "compromiso" de que los policías nacionales marcharon hoy. Tras salir del hotel la edil, Carme Aragonés, del PSC, se ha dirigido a los concentrados asegurándoles que hoy los agentes se marcharían, lo que fue recibido con alborozo por los manifestantes.
Entre otros lugares, hubo concentraciones en los cuarteles de la Guardia Civil de Travessera de Gràcia, en Barcelona; en el de la localidad barcelonesa de Manresa; y en el de Sant Carles de la Ràpita, en Tarragona; en la comisaría de Policía de Reus (Tarragona) y en un hotel de La Seu d'Urgell (Lleida) que también aloja a miembros de las fuerzas de seguridad del Estado. Todos estos episodios se produjeron después de que varios hoteles de Calella (Barcelona), entre ellos el Palmeras, el Catalonia y el Vila, instaran a 500 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil a que abandonen sus instalaciones tras la presión del Ayuntamiento de la localidad, del PDeCAT. Fuentes policiales han indicado que en el caso de la Policía Nacional son 250 los antidisturbios que tendrán que buscarse otro alojamiento mientras permanezca el dispositivo desplegado en Cataluña.