El exsenador Luis Bárcenas, que durante tres décadas estuvo vinculado a las finanzas de Génova, comparecerá a las diez de la mañana de este lunes ante la comisión de investigación del Congreso sobre la supuesta financiación ilegal del PP.
Será la primera comparecencia ante la comisión, aunque en principio no aportará mucho contenido, ya que se ha anunciado que no va a hablar ante el Congreso para no perjudicar su defensa en los casos judiciales donde está afectado.
Su presencia es obligatoria, según la ley, pero su defensa ya ha anticipado que el extesorero del PP se acogerá a su derecho de no declarar.
Ahora bien, el silencio de Bárcenas no implica la suspensión de la comisión de investigación. De hecho, no es la primera vez que un compareciente se niega a declarar ante una comisión de investigación por interés de su defensa y ya ocurrió con citados en casos como el 11M o Gescartera.
Los grupos parlamentarios de la oposición tienen claro que no van a renunciar a sus turnos de intervención y van a agotar sus 20 minutos de intervención por cabeza. De hecho, PSOE, Ciudadanos y Unidos Podemos quisieron que la comparecencia de Bárcenas ocupara una sesión monográfica de la comisión, dado que estuvo treinta años gestionando la caja del PP, ya fuera como gerente o como tesorero.