"Nos llamaron de Convergència y nos dijeron: factura aquí este concepto", ha explicado este viernes en su declaración como acusado en el juicio del caso Palau, y ha justificado que en su empresa aceptaron falsear estas facturas --de los años 2006 y 2007-- porque lo que querían era cobrar.
A preguntas del fiscal anticorrupción, Emilio Sánchez Ulled, este directivo ha explicado que enviaron por correo al Palau de la Música estas facturas por trabajo a Convergència y que, por parte de la institución cultural, nadie se quejó de tener que pagar facturas del partido político.
Giménez Salinas ha explicado que no sabe quién fue el cargo de CDC que les dio estas indicaciones porque de las gestiones concretas se encargaba la directora financiera de la empresa, que ya ha fallecido.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, Altraforma facturó mendazmente al Palau un total de 190.778 euros: en 2006 por un importe de 60.000 euros y en 2007 otras dos facturas por valor de 69.298 y 61.480 euros.